Cada uno de los templos que la Diócesis tiene en las dos Villas sirvió de escenario para que los católicos confesaran sus pecados, y acompañaran a través de los siglos a Jesús de Nazaret en su calvario. Hoy lo conmemorarán en el sepulcro y mañana celebrarán su resurrección con otra serie de actos
El Jueves Santo y el Viernes Santo, en los que se conmemora la muerte de Cristo, son la introducción a lo que la grey católica conoce como el Triduo Pascual, que se completará hoy, Sábado Santo, con su recuerdo en el sepulcro, y mañana, Domingo de Pascua de la Resurrección.
De la misma manera que el Papa Francisco eligió a doce refugiados para el Lavapiés del jueves, aquí, en Villa María, el padre José Miguel, de la Pastoral Penitenciaria, lavó los pies a doce reclusos de la Unidad Penitenciaria Número 5, ubicada en barrio Belgrano.
El simbolismo se multiplicó en la Diócesis, tanto desde los representantes de Dios hacia los creyentes, como desde cada uno de los fieles hacia el Señor.
Ayer, al ingresar a la Capilla Santa Lucía, en barrio Lamadrid, el cronista y el fotógrafo de EL DIARIO pudieron observar la conmovedora imagen de un invidente, acompañado por una mujer que hacía las veces de lazarillo, realizando su propio Vía Crucis por el conjunto de los catorce cuadros que representan las estaciones o pasos de Jesús en su Calvario, sin que nadie acudiera en su ayuda.
Caminando y deteniéndose a rezar ante cada cuadro, esas dos personas representaban algo así como un episodio tan notable como los de la Pasión.
A unas pocas cuadras, en la Parroquia Santa Rita de Cascia, de barrio Bello Horizonte, una madre y su hija rezaban arrodilladas ante el altar, a la espera de partir en Procesión junto a sus vecinos.
Y algo más lejos, en barrio Rivadavia, unos doscientos fieles, con velas encendidas en sus manos, ya caminaban por las calles aledañas a la Parroquia Nuestra Señora de Luján, para dirigirse finalmente al Hogar de Ancianos y unir allí sus plegarias con las de los residentes; unidos, además, todos ellos, por el misterio de la Misericordia, que es algo así como la vía que une a Dios con el hombre.
“Hay procesiones por toda la ciudad. Venimos de una y esperamos estar en otra, en la de La Santísima Trinidad… Es algo que nos carga las pilas… Ver a tanta gente unida en la Misericordia y pidiendo por la paz, nos hace tener fe en que las cosas pueden mejorar”, dijo al periodista de este medio Estela, la mamá de Carolina, que caminaba a su lado con un rosario bien apretado en su mano de siete u ocho años.
En los Trinitarios, a donde quería llegar Estela, la cosa fue muy particular. Con una pantalla gigante pendiendo sobre el altar y una teatralización, los presentes sintieron la Pasión de Cristo.
Las procesiones cubrieron la ciudad durante la jornada: las hubo también en Nuestra Señora de Lourdes, Capilla Sagrado Corazón de Jesús, Sagrada Familia, Cristo Rey…
Y en Villa Nueva se realizaron en Nuestra Señora del Rosario y San Ignacio de Loyola. En este último caso, con esa aureola, esa luminosidad que destaca a La Comunidad Joven Para la Gran Comunidad, la obra del padre Hugo Salvato, de cuyo fallecimiento se acaban de cumplir 10 años.
En el ingreso mismo, una familia rezaba ante la tumba del sacerdote de los pobres. Más allá, en el teatrino, el padre Ariel confesaba a una mujer, mientras decenas aguardaban su turno.
Y en el interior de la campilla, muchos jóvenes rezaban y cantaban con alegría, acompañándose con una guitarra.
Actividades para hoy
La liturgia continuará hoy, como señalábamos al comienzo, la Vigilia Pascual para conmemorar a Cristo en el sepulcro, con oficios que tendrán lugar con horarios variados (entre las 19 y las 21) en 14 de las 17 capilla e iglesias de las dos Villas (las excepciones son la Gruta de la Virgen de Pompeya, Capilla San José Obrero, Nuestra Señora del Carmen, Santa Lucía).
Y mañana, Domingo de Pascuas de Resurrección, los habrá en 16 de las 17 (la única excepción será Nuestra Señora del Valle).
Finalmente y para tener en cuenta, las palabras en tono tan campechano como sincero, que ayer nos dejó el padre Pepe a través de una emisora local: “Nos estamos equivocando feo si agarramos y le decimos a la gente que salga, que se vaya de joda porque es Semana Santa… No seamos hipócritas y le llamemos Semana de Turismo, como hacen en Uruguay. Porque estos días no son para andar de farra; son para recordar que hubo uno que se jugó por nosotros; son para pensar en El y para preguntarnos si somos capaces de despojarnos de todo y jugarnos por los demás”.
Por otra parte, a la medianoche (al cierre de esta edición), miles de seguidores de la Iglesia Visión de Futuro y periodistas aguardaban en el Anfiteatro la presencia del reverendo Omar Cabrera Jr.
