Se iban de vacaciones y los interceptaron en la autopista Rosario-Buenos Aires
Se trata de Sergio Gutiérrez y de sus hijos Emanuel y Federico, quienes iban junto a sus respectivos grupos familiares en tres autos. Los ladrones los detuvieron arrojando un bloque de cemento sobre la ruta. Hubo un disparo y golpes. Les sustrajeron un cuantioso botín
Tres familias villamarienses sufrieron un violento asalto a mano armada en la autopista Rosario-Buenos Aires, cuando se iban de vacaciones a Brasil, y vivieron momentos muy difíciles tras ser interceptados por una banda de delincuentes integrada por al menos dos hombres y dos mujeres
El atraco se produjo poco después de las 2 de la madrugada del pasado martes, a la altura de la localidad santafesina de General Lagos, luego que los asaltantes arrojaran un bloque de cemento en plena ruta para detener la marcha de los tres vehículos en que viajaban Sergio Gutiérrez (60) y sus hijos Emanuel (35) y Federico (33), cada uno de ellos con sus respectivos grupos familiares.
Según pudo averiguar EL DIARIO, en el primero de los rodados (un Peugeot 207) iban Emanuel junto a su esposa Laura y dos de sus tres hijos; en el segundo (otro 207) circulaba Federico, también con su cónyuge y su hija, mientras que en el tercer coche (un Chevrolet Onix) viajaban Sergio, su esposa Nancy Monasterio (hermana del conocido abogado local Julio Monasterio) y el tercer hijo de Emanuel.
Se iban a Bombas
Las tres familias habían salido de Villa María en horas de la noche del lunes con rumbo a la balnearia ciudad brasileña de Bombas (pegada a Bombinhas y próxima a Camboriú) para pasar allí sus vacaciones. Emprendieron viaje por la autopista Córdoba-Rosario y luego continuaron por la carretera que va hacia Buenos Aires, ya que tenían pensado cruzar por el puente Zárate – Brazo Largo.
Eran alrededor de las 2.15 de la madrugada cuando, en plena recta, Federico no pudo esquivar un bloque de cemento -similar a un cordón de vereda- que imprevistamente apareció sobre la carpeta asfáltica.
El Peugeot impactó contra el enorme trozo de hormigón y se reventaron las dos ruedas del lado derecho. Solo por milagro el incidente no se convirtió en tragedia, porque el menor de los hermanos pudo controlar el auto y evitar un vuelco.
Emanuel, que iba muy cerca, también chocó con el bloque y se fue a la banquina, mientras que Sergio, que circulaba varios metros más atrás, logró frenar a tiempo.
Cuando Emanuel y Federico se bajaron, vieron que más adelante había un Chevrolet Onix similar al de su padre, y como a unos 100 metros venía caminando otro automovilista que segundos antes había sufrido idéntico percance.
En medio de la confusión generalizada, producto del momento de tensión vivido por lo que parecía ser un “accidente”, del Onix que estaba a pocos metros bajaron dos hombres (uno de ellos portando un arma de fuego) y dos mujeres.
Recién allí los hermanos Gutiérrez se dieron cuenta que se trataba de un asalto y que el bloque de cemento no había llegado a la ruta por casualidad.
Amenazas y un tiro
Emanuel intentó encarar al sujeto que estaba armado, pero recibió como respuesta una amenaza de muerte: “Quedate quieto o te quemo”, le gritó, y ahí nomás le descerrajó un disparo que impactó en el suelo, a menos de dos metros del villamariense.
“¡Dame todo lo que tenés!”, fue la frase que siguió a las amenazas y a partir de allí sus cómplices entraron en acción.
Las dos mujeres se abalanzaron sobre el Peugeot de Emanuel en busca de la cartera de su esposa, quien permanecía sentada en el asiento del acompañante, y de otros objetos de valor, como celulares y joyas.
Una de las ladronas la abordó por la puerta derecha y la otra entró al auto por la puerta del conductor. Hubo forcejeos, golpes y hasta la tomaron de los cabellos, pero Laura se resistió.
A todo esto, Federico trataba de calmar al delincuente armado, quien acababa de amenazar a Emanuel, pero lejos de lograr su cometido, el sujeto le pegó un culatazo en la cabeza, ocasionándole un corte en el cuero cabelludo por el que poco después debieron darle unos puntos de sutura.
El asalto duró menos de cinco minutos, pero para las tres familias fueron eternos… y dramáticos.
Después de rapiñar todo lo que pudieron en los autos de Emanuel y Federico (a este último le sacaron la billetera, una cartera, un celular y una tablet), los ladrones se dirigieron al coche de Sergio. Allí le manotearon la cartera a Nancy y una tablet que llevaba su nieto.
De regreso hacia el lugar donde habían arrojado el bloque de cemento, los malvivientes abrieron el baúl del 207 de Emanuel y le sacaron un par de bolsos. Luego se subieron al Onix en el que habían llegado y se dieron a la fuga.
Qué les robaron
En definitiva, los Gutiérrez fueron despojados de una suma de dinero estimada entre 15 mil y 20 mil pesos, cuatro teléfonos celulares, dos tablets, algunas alhajas (anillos y pulseras), dos bolsos con ropa y tarjetas de crédito que había en las carteras y billeteras.
Además de Federico, también Laura sufrió lesiones leves, a quien una de las mujeres la golpeó en el rostro.
Poco después, las tres familias fueron asistidas en General Lagos, donde radicaron la denuncia policial, y emprendieron regreso a Villa María pasadas las 5 de la madrugada.