Una vivienda es un activo económico y conviene invertir en ella para que, además de añadirle atractivo estético, crezca su valor económico. A continuación repasamos brevemente una serie de tips para lograr ese cometido.
Ganar luz natural
Si hay una intervención que vale la pena es la creación o ampliación de los huecos de la casa. La luz natural no tiene parangón, es inimitable: mejora las vistas, aumenta la calidad ambiental y ensancha el espacio; todos son beneficios para la casa. Las mejoras técnicas en carpinterías exteriores minimizan las pérdidas térmicas y aumentan la seguridad frente a robos.
Mejorar las instalaciones
Una instalación de fontanería o electricidad anticuada representa un riesgo de accidente y en muchos casos un gasto innecesario en consumo por su baja eficiencia. Adecuar estas instalaciones a las nuevas normativas permitirá reducir el desfase de gasto y aumentar la seguridad; además podremos introducir elementos como descalcificadores, que reducen el consumo aún más.
Invertir en silencio
Si tu vivienda está en una zona urbana, especialmente en una gran ciudad, invierte en una mejora acústica constatable. Vidrios con alto aislamiento, marcos de materiales absorbentes y especialmente las cajas de persiana son los puntos sobre los que actuar. Una vez realizada esta mejora nos preguntaremos cómo pudimos estar tantos años sin siquiera ser conscientes de la falta de confort acústico.
Más saludable
Si vas a reformar, transforma tu casa en una vivienda más sana con pinturas minerales y pavimentos naturales e higroscópicos. Además, con la ayuda de un especialista puedes regular la humedad relativa, crear un ambiente exento de campos electromagnéticos y ubicar los dormitorios en zonas más saludables.
Elementos exclusivos
Los detalles decorativos ayudan de forma extraordinaria a dotar de valor a cualquier vivienda. La clave es que los elementos parezcan haber sido creados para el lugar donde se instalen: pinturas murales, mobiliario de diseño (actual o de época) o paredes personalizadas con molduras son algunos ejemplos. Si lo hacemos bien ya no podremos imaginar el espacio sin ellos.
Eficiencia energética
En varios países el certificado de eficiencia energética es obligatorio; determina cuánto gastarás a lo largo de la vida del edificio para mantener el confort térmico. Mejóralo con nuevos aislamientos, ventanas más estancas o instalaciones más eficientes.
Energías renovables
Añade sistemas de aprovechamiento de energías renovables como placas solares para agua caliente sanitaria (ACS), recuperadores de calor, estufas de masa térmica, sistemas de calefacción y refrigeración con intercambiador por geotermia, etcétera. Son inversiones recuperables.
Ganá metros sin ampliar
Es habitual encontrarnos con distribuciones con demasiadas zonas de circulación. Actualmente cada metro útil ha de ser realmente utilizable; si piensas reformar tu casa empieza por distribuir minimizando este tipo de espacios o dotándolos de usos suplementarios.