Con gol de Facundo Castro en el cierre del partido, el juvenil elenco de Rivadavia se recuperó de la caída en el clásico, ganó 1 a 0 de local y le quitó el invicto y el segundo puesto a San Lorenzo de Las Perdices
Escribe: Fabio Morisetti
Rivadavia consiguió tres puntos de oro tras batir en un durísimo partido a San Lorenzo de Las Perdices por la mínima diferencia. El gol del juvenil Facundo Castro le permite al equipo de Fernando Alba seguir prendido en una zona sumamente pareja.
A los tres minutos avisó Rivadavia con un disparo de Berardo, quien encontró una pelota boyando, pero el remate se fue por encima del travesaño.
San Lorenzo respondió casi automáticamente, con una muy buena jugada colectiva que terminó en los pies de Ferreyra, quien sacó un zurdazo desviado.
A los diez, un centro cayó en el área perdiceña, cabeceó Estévez y la pelota rebotó para irse al córner. El tiro de esquina fue impactado por Bergese, pero su cabezazo se fue lejos.
En la jugada siguiente, un nuevo centro cruzado encontró a Demarchi en soledad, pero el volante no supo ni bajarla o patear, y en definitiva no hizo más que empujar el balón hacia la línea final, desperdiciando una chance clarísima.
El partido tenía dinámica y entretenía, porque Rivadavia intentaba ir hacia adelante, y San Lorenzo lo esperaba con mucha gente para tratar de explotar la contra.
A los 13, Suárez salió mal en un centro y se reclamó penal sobre Grangetto. El árbitro no cobró, pero tampoco siguió la jugada, y el contragolpe terminó con Salomón luciéndose ante Gabriel Bolatti mientras el referí estaba del otro lado de la cancha.
Rivadavia era más, y cuatro minutos después, Bergese dejó solito a Estévez ante Suárez. El delantero definió por encima, pero el remate se le fue sobre el horizontal.
Matías Delpino recibió a los 20 una salida de una falta y sacó un balinazo que hizo lucir al arquero visitante.
A esta altura, el “Verde” ya merecía la ventaja, porque, además de generar en ofensiva, era inteligente para neutralizar los intentos del “santo”.
A los 28, Estévez entró franco por el sector derecho, pero remató a las nubes, dilapidando una nueva oportunidad.
A partir de allí, el trámite del cotejo entró en una meseta de la que ya no pudo salir hasta el pitazo final. Apenas un tiro libre de Gabriel Bolatti que se fue relativamente cerca fue lo único sobresaliente.
Así se fueron los 45 minutos iniciales con marcador en blanco, más allá de que el local hizo los méritos suficientes como para merecer mejor suerte.
En el comienzo del segundo tiempo, Rivadavia pareció olvidarse de todo lo bueno que había hecho. No obstante, no pasaba sofocones, porque San Lorenzo seguía siendo improductivo.
A los 11’, Berardo definió muy bien ante la salida de Suárez, pero el árbitro Bonaventura anuló el gol por posición adelantada a instancias del juez de línea.
La visita apareció sobre los 15’, con un rápido contragolpe que culminó con un disparo defectuoso de Facundo Bolatti ingresando por el flanco derecho.
Treinta segundos después de ingresar, Javier Demarchi tuvo el gol en sus pies, pero definió realmente muy mal, con un zurdazo débil que terminó sin consecuencias para Sami Suárez.
De a poco, Rivadavia volvía a inclinar la cancha, pero carecía de eficacia, al igual que en el primer tiempo.
A los 25’, Ellena entró solo por derecha, pero eligió gambetear en lugar de patear, y dilapidó una de las chances más claras del elenco de Amadeo Perossi.
Sobre la media hora, Gabriel Bolatti recibió un centro entrando en plena soledad al área, pero la volea se le fue completamente desviada cuando la gente visitante ya se relamía.
Rivadavia lucía perdido, y San Lorenzo, mucho más prolijo y tranquilo, empezaba a tener el dominio. A los 34’, Tóffolo cruzó un derechazo que despintó el segundo palo de Salomón.
Sin embargo, en el peor momento del “Verde”, una contra fue magistralmente conducida por la dupla de ingresados Castro-Javier Demarchi para la definición del primero con disparo rasante ante la salida de Sami Suárez.
El “Santo” se fue con todo en búsqueda del empate, pero fue mucha desesperación y pocas ideas.
A los 41’, Rivadavia salió rápido en contragolpe y el centro de Castro terminó en los pies de Abrile, que definió muy mal, y en la continuidad de la jugada, Salomón se vistió de héroe con una doble participación.
En el minuto final, Aballay tiró un centro que encontró solo en el área a Facundo Bolatti, pero Tobías Salomón, en excelente reacción, se quedó con el empate.
Rivadavia terminó sufriendo en un partido que ganó merecidamente, pero su falta de gol en un principio, y ciertos desacoples defensivos sobre el epílogo, le hicieron pasar más de un susto.
La figura
Juan Doñabeitía Con su experiencia, el “Colorado” fue de lo mejor del partido. Gran parte de lo que hizo Rivadavia pasó por sus pies, convirtiéndose en eje y en conductor de un juvenil equipo que necesita mucho de sus años en primera para manejar los tiempos.
El árbitro
Eduardo Bonaventura Flojo desempeño. Siguió el partido desde muy lejos, y ello le hizo cometer algunos errores. Además, no utilizó con igualdad de criterios la tarjeta amarilla, amonestando en jugadas en que no debía hacerlo y omitiendo otras infracciones violentas.
Se levantó con goles
Con una sobresaliente actuación, Atlético Ticino obtuvo su primera victoria, goleó 5 a 1 de local a Colón y dejó el último lugar para trepar a la tercera colocación de la Zona Sur. Los goles del elenco que dirige Claudio Crespo fueron anotados por su dupla de ataque, Leandro Zalazar (tres tantos) y Leandro Freytes (doblete), quienes resultaron imparables para el fondo “Rojinegro” que, tras ganar el clásico, sufrió ayer un golpe muy duro y sólo tuvo el “gol del honor” a través de Francisco Santunione (cumplió con la “ley del ex”). Con la primera victoria, Ticino llegó a las seis unidades y comparte el tercer puesto con San Lorenzo de Las Perdices, al cual recibirá el próximo domingo, mientras que Colón, que sufrió la expulsión de Nicolás Ponce, quedó último, con cuatro puntos.