En su presentación con la camiseta del Rojo, el joven atacante se despachó con dos golazos con los que Yrigoyen superó 2 a 0 al Sportivo Playosa de Germán Vicario
Escribe: Federico Gazzoli
Cuando los buenos jugadores se inspiran pueden hacer cosas importantes y así lo hizo en cancha del Deportivo Argentino, donde Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio fue local frente a Sportivo Playosa, Jonathan Zabala. Es que, en un encuentro que venía siendo aburrido y sin emociones, el talentoso delantero dibujó dos genialidades con las que sentenció el encuentro a favor del elenco tiopujiense por 2 a 0.
En el conjunto Albo se producía el debut oficial de Germán Vicario frente al equipo con el que obtuvo recientemente un bicampeonato y que quería repetir el triunfo obtenido en la primera fecha para continuar liderando la Zona Norte.
Esos eran dos alicientes muy importantes como para imaginar que en barrio Nicolás Avellaneda se viviría una gran tarde de fútbol, pero en el primer tiempo eso lamentablemente no sucedió. El abuso del pelotazo y la falta de precisión por parte de los protagonistas fueron los principales motivos que provocaron que la etapa inicial fuera poco atractiva para todos, con la pelota yendo de un lado a otro sin un claro dominador y con muy poco, casi nada, de acción en las áreas.
Tal es así que, más allá de algunos tibios intentos por parte de ambos, hubo que esperar hasta el final de la primera parte para que comenzaran a producirse ocasiones netas de gol.
La primera de ellas llegó por el lado del local a los 40’: entrando al área por la derecha, Mayco Rodríguez quiso definir por encima del arquero pero lo hizo de manera muy desviado.
Contestó la visita un par de minutos después con un derechazo de Mauro Luna que fue controlado sin problemas por David Pauletti.
Parecía que “rojos” y “albos” se irían al descanso en pardas, pero Zabala tenía un as bajo la manga y lo sacó a relucir a los 42’; en un tiro libre desde el vértice derecho del área, el ex Unión Central remató exquisitamente de zurda una pelota que viajó a media altura y que besó la red entrando al arco pegada al poste izquierdo, superando una inútil estirada de Fabricio Garetto y anotando lo que fue el 1 a 0 con un gol verdaderamente de otro partido.
Esa conquista fue la que serviría para romper en el segundo tiempo la monotonía de un encuentro que, hasta ese momento, prometía poco y nada en cuanto a emociones.
El segundo tiempo arrancó con una polémica situación que marcaría para el resto del partido la actuación del referí. Iban 5’ cuando Adrián Peralta y Guillermo Piva cayeron al piso, se manotearon un par de segundo y al levantarse, ante la mirada del árbitro, el delantero playosense agredió en el rostro al defensor tiopujiense. Parecía que uno de los dos tendría que irse a las duchas, pero increíblemente Diego Dragonetti solamente penó la circunstancia con una tarjeta amarilla para cada uno de los protagonistas.
Luego de ese arranque de temperatura elevada, obligado por la necesidad de revertir la derrota el conjunto dirigido por Vicario tomó las riendas del partido y fue decidido en busca del empate. Así fue como a los 13’ pudo lograrlo, pero Pauletti tapó con su pierna izquierda un buen derechazo de Jorge Servetti.
Los de La Playosa no se dieron por vencidos y siguieron atacando, pero en su afán de igualar el tanteador quedaron desordenados. Así fue como le permitieron al rival generar un contragolpe a los 28’ y lo terminaron pagando caro: Zabala luchó cuerpo a cuerpo frente a Juan Carlos Aimar y ganó para luego, en un acto de grandes reflejos, observar a Garetto adelantado y mal posicionado, rematando de zurda desde tres cuartos de cancha para vencer al uno y estampar el 2 a 0.
Ese golpe terminó derribando las intenciones de un Sportivo Playosa que, más allá de quedar con un hombre más producto de la expulsión por doble amarilla de Diego Fernández a los 37’, no pudo ni siquiera llegar al descuento.
Intentó hacerlo Diego Gabetta a los 39’ ingresando al área por la izquierda y colocando un centro bombeado que se fue cerrando y que Pauletti despejó, cachetazo mediante, cuando se le metía por el ángulo superior izquierdo. En el rebote Juan Carlos Aimar definió muy desviado. Un minuto después un zurdazo del ingresado Juan Tissera se fue apenas por arriba del travesaño.
En los minutos finales Yrigoyen trató de manejar la pelota durante el mayor tiempo posible para evitar sufrir sobresaltos, algo que logró mayormente gracias a la frescura que le aportaron los juveniles que saltaron al campo de juego en la etapa complementaria.
Ganó el bicampeón y, a pesar de haber sufrido la partida de muchas figuras para este año, ya lleva dos triunfos en igual cantidad de presentaciones, quedando como único puntero de su zona.
La figura
Jonathan Zabala: Cuando el partido era un bostezo generalizado, sacó a relucir su “chapa” de genio e inclinó el duelo a favor de Yrigoyen. Primero anotó con un magnífico tiro libre y luego lo hizo con una avivada desde larga distancia.
El árbitro
Diego Dragonetti: Regular actuación. En algunas amonestaciones acertó, pero en el segundo tiempo sacó todas las amarillas que se “olvidó” de mostrar en la parte inicial, donde permitió mucho juego brusco y desleal y así hizo calentar el partido en vano. Falló en no expulsar a Piva por agredir a Peralta.